Ya
no está. Desde hoy, cuatro de septiembre, la plaza de Alcadozo se
ha quedado sin su olmo. El Olmo de Alcadozo ya no existe.
Había
muerto hacía mucho. Lo que quedaba era un tronco seco, parecía
aún robusto, pero sólo era eso, apariencia. Dicen que amenazaba
con caerse cualquier día, así que ha habido que arrancarlo
para evitar males mayores.
¡Qué
pena! ¡qué pena! Cuando niña nos gustaba corretear
a su alrededor. Parecía un gigante que nos vigilara, allí
quieto. Tocar su corteza era tocar un coloso. Daba sensación de
seguridad.
Me apenaba que la gente lo usara de basurero. En el hueco de su tronco
se acumularon durante mucho tiempo envoltorios y botes de refresco de
todo tipo. Eso sí que era una vergüenza.
Y
si dejo la pena a un lado, ahora me pregunto una cosa ¿No se nos
ocurrirá plantar llorones en su lugar, verdad? Ya que no se ha
podido conservar el tronco seco, como hicieron con el árbol de
Guernica (¿cuánto costaba hacerle una reja alrededor? La
plaza se hubiera convertido en una especie de museo, porque el olmo también
era parte de nuestra historia). Espero que en su lugar se plante algún
tipo de árbol que resulte tan poderoso a la vista como resultaba
nuestro olmo. Los llorones crecen rápido pero son un poco, cómo
decirlo... ¿llorones? Espero que nos salgamos un poco de la nota
dominante en los alrededores. Digo yo que sino otro olmo, porque ésa
es una especie en extinción -sólo subsisten en algunos rincones
muy especiales- por lo menos plantar un pino tipo al que luce la calle
Arriba. En la plaza hay sitio de sobra para que crezcan sus raíces,
creo yo.
Sería una buena idea coger
unos piñones del Pino Guapero, sí, ese que van a poner en
el archivo del Ministerio de Medio Ambiente como uno de los árboles
ilustres de nuestro país, pues coger unos piñones del señor
Guapero, y plantarlos en la plaza. O, si eso resulta muy lento, transplantar
un pino, ya crecidito, de ésa misma clase. Si no lo hay en los
viveros, seguro que se está criando alguno en el término
de nuestro pueblo. Y si no es un pino, un olivo, y si no una carrasca...
¡anda que no tenemos árboles propios para tener que poner,
en lugar de Nuestro Olmo, alguna clase de ésas importadas!
Yo estoy en Madrid hoy, no lo he visto
aún, sólo por una foto que me han enviado, pero ya en foto
se te cae el alma al suelo al ver la plaza sin su olmo.
En
las fotos antiguas que he podido ver, Alcadozo ya tenía su Olmo
a principios del siglo pasado. Ya entonces tenía un tronquito respetable.
Así que ha debido estar con nosotros de 150 a 200 años mínimo,
puede que más. He hablado con alguno de los que han llegado hoy
a la plaza y han visto como lo arrancaban, y con algunos de los que han
llegado a la plaza y se han encontrado que Nuestro Olmo ya no estaba.
Unos decían que estaba seco y que había que quitarlo sin
más... otros que no lo arrancaran, que ése era su sitio
que había que dejarlo allí. Lo que lo que no sabemos es
lo que se va con él.
Me
diréis que siempre estoy con lo mismo, pero con Nuestro Olmo se
ha ido otro trocito de memoria alcadoceña. Cómo pasó
con nuestro lavadero y con nuestras fuentes.
Espero
que sepamos suplir el hueco del Olmo de Alcadozo.
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